La gestión de compensaciones y beneficios es uno de los grandes desafíos del área de Gestión Humana. Fidelizar el talento en la organización se ha convertido en un punto clave de las estrategias del área.
En épocas de bonanza económica, la mayor disponibilidad de recursos facilita el diseño de un plan de compensaciones y beneficios alineado con los intereses del colectivo, sin embargo, en el contexto actual, el desafío se incrementa, por lo cual es importante contar con herramientas alternativas, que permitan fidelizar y motivar a los colaboradores, con las limitaciones existentes.
Por definición el término “compensación integral” hace referencia a la combinación de sueldos/salarios y beneficios (tangibles e intangibles) que un colaborador recibe a cambio del trabajo realizado.
El salario emocional es un concepto asociado a lo que el trabajador percibe (no solamente en términos económicos) por su trabajo. Es el significado más allá de la remuneración, que puede ir desde el reconocimiento, la carga horaria semanal, flexibilidad horaria, posibilidades de crecimiento, entorno de trabajo, trabajar en un lugar divertido así como la consideración de un pool de beneficios de carácter no económico, cuyo fin es satisfacer las necesidades personales, familiares y profesionales del trabajador, mejorando, de esta forma, la calidad de vida del mismo, fomentando la fidelización.
Este tipo de retribución puede actuar como “factor motivador” de los colaboradores y así mejorar la opinión que los mismos tienen de la empresa. Por lo tanto, no se trata de recibir una mayor cantidad de dinero, sino de recibir prestaciones que se perciben como beneficios más valiosos que un aumento de sueldo.
Al componente económico (salario -fijo y variable-, horas extras, nocturnidad, etc.) se pueden adicionar otros beneficios, que contribuyan a los objetivos antes mencionados.
Algunos de los beneficios más comunes en nuestro país, son:
Es importante destacar que todos los beneficios detallados anteriormente, pueden comprender al colaborador o al mismo y su núcleo familiar, e incluso extenderse a familiares o amigos.
La clave es analizar detalladamente el equipo de colaboradores, conocer sus preferencias y expectativas, y así delinear una política que tenga alto impacto según el segmento y las preferencias.
La gestión de compensaciones y beneficios es uno de los grandes desafíos del área de Gestión Humana. Fidelizar el talento en la organización se ha convertido en un punto clave de las estrategias del área.
En épocas de bonanza económica, la mayor disponibilidad de recursos facilita el diseño de un plan de compensaciones y beneficios alineado con los intereses del colectivo, sin embargo, en el contexto actual, el desafío se incrementa, por lo cual es importante contar con herramientas alternativas, que permitan fidelizar y motivar a los colaboradores, con las limitaciones existentes.
Por definición el término “compensación integral” hace referencia a la combinación de sueldos/salarios y beneficios (tangibles e intangibles) que un colaborador recibe a cambio del trabajo realizado.
El salario emocional es un concepto asociado a lo que el trabajador percibe (no solamente en términos económicos) por su trabajo. Es el significado más allá de la remuneración, que puede ir desde el reconocimiento, la carga horaria semanal, flexibilidad horaria, posibilidades de crecimiento, entorno de trabajo, trabajar en un lugar divertido así como la consideración de un pool de beneficios de carácter no económico, cuyo fin es satisfacer las necesidades personales, familiares y profesionales del trabajador, mejorando, de esta forma, la calidad de vida del mismo, fomentando la fidelización.
Este tipo de retribución puede actuar como “factor motivador” de los colaboradores y así mejorar la opinión que los mismos tienen de la empresa. Por lo tanto, no se trata de recibir una mayor cantidad de dinero, sino de recibir prestaciones que se perciben como beneficios más valiosos que un aumento de sueldo.
Al componente económico (salario -fijo y variable-, horas extras, nocturnidad, etc.) se pueden adicionar otros beneficios, que contribuyan a los objetivos antes mencionados.
Algunos de los beneficios más comunes en nuestro país, son:
Es importante destacar que todos los beneficios detallados anteriormente, pueden comprender al colaborador o al mismo y su núcleo familiar, e incluso extenderse a familiares o amigos.
La clave es analizar detalladamente el equipo de colaboradores, conocer sus preferencias y expectativas, y así delinear una política que tenga alto impacto según el segmento y las preferencias.