La incertidumbre laboral como posibilidad de nuevos proyectos de vida

La pandemia del Covid 19 ha dejado y aún dejará muchas consecuencias en todos y cada uno de los individuos y colectivos de nuestro país. Nos ha sacado de nuestra rutina y cotidianeidad y ha puesto de manifiesto una de los aspectos que las personas menos deseamos “la incertidumbre”

En este sentido, uno de los pilares generadores de certeza es el trabajo, en la medida que tengo una obligación para despertarme cada mañana para trabajar, se que a fin de mes voy a tener mi sueldo depositado en la cuenta bancaria o que debo generar el dinero suficiente para que pueda seguir concretando los objetivos de mi empresa y poder cumplir con mis obligaciones con proveedores, clientes y trabajadores.

La forma que tenemos las personas de poder controlar la incertidumbre es poder generar proyectos, planificar nuestro futuro, esto implica proyectar hacia adelante diferente tipo de acciones, puede ser las vacaciones del próximo año, comprarnos algo que queremos, lograr terminar una etapa en nuestras vidas, generar algo para otra persona o todo eso junto. Nuestros proyectos son la defensa contra la incertidumbre, es tener la sensación que está todo más controlado, porque las variables dependen de uno.

Cuando aparece un factor nuevo, como en este caso es el Covid 19, genera una primera reacción defensiva, congelamos todos los proyectos que teníamos, algunos porque es imposible concretarlos (viajes, casamientos, asados con amigos, reuniones familiares, etc.) y otros porque no es momento de hacer nada. Por otro lado automáticamente, sobre todo en las primeras semanas de confinamiento, comenzaron a aparecer otros proyectos que sustituyeron los planes originales que teníamos, así mucha gente se dispuso a pintar y/o arreglar cosas de las casa que venía postergando, se comenzaron a probar nuevas recetas de cocina, nos agiornamos con nuevas herramientas tecnológicas para poder seguir en contacto con la gente, entre otras.

Hoy a 5 meses de haber comenzado el confinamiento en Uruguay y con un país que está retomando las clases en todo el país, que muchas empresas empiezan a reabrir sus oficinas, hay mucha gente que tiene claro que si bien vuelve a trabajar, su puesto de trabajo no es tan seguro como antes o que está en seguro de desempleo a la espera de ver si lo llaman o no y otros que directamente su trabajo ya no existe.

Hoy tenemos unas 150.000 personas en seguro de desempleo total o parcial, unas 50.000 personas en subsidio por enfermedad, muchas personas despedidas y otras tantas a la espera de ver que pasa con sus puestos de trabajo y si sus empresas continúan o no y si continúan en sus empresas, pensando que en poco tiempo más el seguro de paro se termina.

Frente a este panorama, ¿Qué pueden/deben hacer estas personas? Como lo decíamos anteriormente deben construir nuevos proyectos, diferentes a los que tenían antes. Es como si estuvieran jugando al juego de la Oca y volvieron algunos casilleros para atrás, hay que recomponerse y seguir jugando. La cuestión es ¿Cómo lo hago? ¿Qué es lo que debo hacer?

Es importante tener algunas cosas claras internamente. ¿En qué soy bueno? ¿Qué es lo que me diferencia de los demás? ¿Qué estoy dispuesto a hacer y qué no? ¿Cuáles son mis competencias más sobresalientes? ¿Cuáles son las experiencias que me pueden ayudar a conseguir un nuevo trabajo? ¿Qué herramientas me faltan para completar un perfil más interesante o competitivo?

Por otro lado, hay que tener claridad en relación al mercado, no solo el mercado de trabajo, sino cuales son las necesidades que puedo llegar a cubrir. En este sentido: ¿Qué se está demandando en el mercado? ¿Cuáles son las habilidades valoradas? ¿Cómo hago un plan de acción? ¿Dónde puedo conseguir las herramientas que me faltan? ¿Qué se precisa y que facilidades para realizar un emprendimiento? ¿Cómo hago para promocionarme?

Todas estos elementos, son fundamentales para poder marcar un punto de partida de esta nueva realidad. Poder hacer un diagnóstico claro de la situación tanto interna como externa y poder llegar a generar un plan de acción es fundamental para tener un rumbo, una hoja de ruta que nos permita ir dirigiendo nuestras acciones y pensamientos en un proyecto que cubra las necesidades que tenemos (ingresos, seguridad, razón de ser, sentirnos útiles para nosotros y para la sociedad) y a su vez que nos permita un mayor grado de realización personal.

Quizás enumerar estos elementos es relativamente fácil, lo que no es fácil es llevarlo adelante. Perder alguno de nuestros proyectos, implica atravesar por momentos de dolor, de bronca, hasta finalmente llegar a la aceptación. Pero este proceso debe de ser el motor para algo mejor y no para echar las culpas a los demás ni para sumirnos en el no se puede y quedarnos sin hacer nada.

Hoy hay nuevas formas de hacer las cosas, podemos generar un producto o un servicio y promocionarlo por redes sociales, por supuesto que hay que saber usarlas y lo que quiera uno hacer, debe cubrir una necesidad, tengo que ver quien es mi competencia, saber marcar precios y elegir un público. También tengo que estar dispuesto a exponerme, a que me critiquen, pero también a que me hagan buenos comentarios. El teletrabajo crecerá cada vez más y eventualmente podremos trabajar para una empresa uruguaya o de cualquier parte del mundo. Las oportunidades están, hay que poder verlas y tener claro que puede hacer uno dada la formación y experiencia y si me falta algo salir a buscarlo.

Desde Keiretsu les proponemos participar en el programa Genzo, un taller de 2 encuentros virtuales a través de la plataforma ZOOM para brindar herramientas para lograr ese diagnóstico interno y externo, tener mayor conocimiento del mercado, de cómo lograr hacer esa hoja de ruta y visualizar algunos escenarios posibles para los nuevos proyectos de vida.

Por más información de los talleres ingresá ahora en https://www.keiretsu.com.uy/genzo/

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La incertidumbre laboral como posibilidad de nuevos proyectos de vida

La pandemia del Covid 19 ha dejado y aún dejará muchas consecuencias en todos y cada uno de los individuos y colectivos de nuestro país. Nos ha sacado de nuestra rutina y cotidianeidad y ha puesto de manifiesto una de los aspectos que las personas menos deseamos “la incertidumbre”

En este sentido, uno de los pilares generadores de certeza es el trabajo, en la medida que tengo una obligación para despertarme cada mañana para trabajar, se que a fin de mes voy a tener mi sueldo depositado en la cuenta bancaria o que debo generar el dinero suficiente para que pueda seguir concretando los objetivos de mi empresa y poder cumplir con mis obligaciones con proveedores, clientes y trabajadores.

La forma que tenemos las personas de poder controlar la incertidumbre es poder generar proyectos, planificar nuestro futuro, esto implica proyectar hacia adelante diferente tipo de acciones, puede ser las vacaciones del próximo año, comprarnos algo que queremos, lograr terminar una etapa en nuestras vidas, generar algo para otra persona o todo eso junto. Nuestros proyectos son la defensa contra la incertidumbre, es tener la sensación que está todo más controlado, porque las variables dependen de uno.

Cuando aparece un factor nuevo, como en este caso es el Covid 19, genera una primera reacción defensiva, congelamos todos los proyectos que teníamos, algunos porque es imposible concretarlos (viajes, casamientos, asados con amigos, reuniones familiares, etc.) y otros porque no es momento de hacer nada. Por otro lado automáticamente, sobre todo en las primeras semanas de confinamiento, comenzaron a aparecer otros proyectos que sustituyeron los planes originales que teníamos, así mucha gente se dispuso a pintar y/o arreglar cosas de las casa que venía postergando, se comenzaron a probar nuevas recetas de cocina, nos agiornamos con nuevas herramientas tecnológicas para poder seguir en contacto con la gente, entre otras.

Hoy a 5 meses de haber comenzado el confinamiento en Uruguay y con un país que está retomando las clases en todo el país, que muchas empresas empiezan a reabrir sus oficinas, hay mucha gente que tiene claro que si bien vuelve a trabajar, su puesto de trabajo no es tan seguro como antes o que está en seguro de desempleo a la espera de ver si lo llaman o no y otros que directamente su trabajo ya no existe.

Hoy tenemos unas 150.000 personas en seguro de desempleo total o parcial, unas 50.000 personas en subsidio por enfermedad, muchas personas despedidas y otras tantas a la espera de ver que pasa con sus puestos de trabajo y si sus empresas continúan o no y si continúan en sus empresas, pensando que en poco tiempo más el seguro de paro se termina.

Frente a este panorama, ¿Qué pueden/deben hacer estas personas? Como lo decíamos anteriormente deben construir nuevos proyectos, diferentes a los que tenían antes. Es como si estuvieran jugando al juego de la Oca y volvieron algunos casilleros para atrás, hay que recomponerse y seguir jugando. La cuestión es ¿Cómo lo hago? ¿Qué es lo que debo hacer?

Es importante tener algunas cosas claras internamente. ¿En qué soy bueno? ¿Qué es lo que me diferencia de los demás? ¿Qué estoy dispuesto a hacer y qué no? ¿Cuáles son mis competencias más sobresalientes? ¿Cuáles son las experiencias que me pueden ayudar a conseguir un nuevo trabajo? ¿Qué herramientas me faltan para completar un perfil más interesante o competitivo?

Por otro lado, hay que tener claridad en relación al mercado, no solo el mercado de trabajo, sino cuales son las necesidades que puedo llegar a cubrir. En este sentido: ¿Qué se está demandando en el mercado? ¿Cuáles son las habilidades valoradas? ¿Cómo hago un plan de acción? ¿Dónde puedo conseguir las herramientas que me faltan? ¿Qué se precisa y que facilidades para realizar un emprendimiento? ¿Cómo hago para promocionarme?

Todas estos elementos, son fundamentales para poder marcar un punto de partida de esta nueva realidad. Poder hacer un diagnóstico claro de la situación tanto interna como externa y poder llegar a generar un plan de acción es fundamental para tener un rumbo, una hoja de ruta que nos permita ir dirigiendo nuestras acciones y pensamientos en un proyecto que cubra las necesidades que tenemos (ingresos, seguridad, razón de ser, sentirnos útiles para nosotros y para la sociedad) y a su vez que nos permita un mayor grado de realización personal.

Quizás enumerar estos elementos es relativamente fácil, lo que no es fácil es llevarlo adelante. Perder alguno de nuestros proyectos, implica atravesar por momentos de dolor, de bronca, hasta finalmente llegar a la aceptación. Pero este proceso debe de ser el motor para algo mejor y no para echar las culpas a los demás ni para sumirnos en el no se puede y quedarnos sin hacer nada.

Hoy hay nuevas formas de hacer las cosas, podemos generar un producto o un servicio y promocionarlo por redes sociales, por supuesto que hay que saber usarlas y lo que quiera uno hacer, debe cubrir una necesidad, tengo que ver quien es mi competencia, saber marcar precios y elegir un público. También tengo que estar dispuesto a exponerme, a que me critiquen, pero también a que me hagan buenos comentarios. El teletrabajo crecerá cada vez más y eventualmente podremos trabajar para una empresa uruguaya o de cualquier parte del mundo. Las oportunidades están, hay que poder verlas y tener claro que puede hacer uno dada la formación y experiencia y si me falta algo salir a buscarlo.

Desde Keiretsu les proponemos participar en el programa Genzo, un taller de 2 encuentros virtuales a través de la plataforma ZOOM para brindar herramientas para lograr ese diagnóstico interno y externo, tener mayor conocimiento del mercado, de cómo lograr hacer esa hoja de ruta y visualizar algunos escenarios posibles para los nuevos proyectos de vida.

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