Mantener el equilibrio entre la vida personal y profesional promueve una mejor calidad de vida en los colaboradores,  y en consecuencia, un mejor desempeño en su trabajo. Varios estudios reflejan que para el talento estratégico, las prestaciones más valoradas no son las económicas, sino las que ofrecen llevar un estilo de vida balanceado entre lo personal y lo profesional.

Lucia Artagaveytia , directora del programa We Care, nos cuenta la forma en la cual el programa impacta en las organizaciones

.¿Cuál es la relación entre work-life balance y productividad en el ámbito laboral?

La idea es mejorar ese equilibrio, y que no sean mundos paralelos, porque la realidad es que son inseparables. Es decir, nuestra vida cotidiana y personal influye en nuestro trabajo y por supuesto que viceversa. Nosotros notamos que al incorporar hábitos más saludables dentro del horario laboral, se logra balancear mejor los aspectos físicos y emocionales, teniendo como resultado:

• Colaboradores más felices.
• Fidelización del talento.
• Posicionamiento como buen empleador.
• Empresa responsable.

¿Es posible ayudar a los colaboradores a encontrar el punto clave del work-life balance?

Si. En el resto del mundo esto ya es parte de las culturas empresariales, pero en nuestra región aún se ve como algo nuevo y de vanguardia; cuando creemos que debería ser algo natural y cotidiano en las organizaciones.

¿Cómo se integran las diferentes generaciones de la organización a este tipo de programas?

Un programa integral atiende diversos intereses y necesidades de cada segmento, ayudando así a fidelizar el talento. Entendemos que We Care propone actividades que fomentan la integración de todos los colaboradores de la empresa independientemente de la generación a la que pertenezcan. Igualmente, notamos que existen determinadas tendencias dentro de las actividades que eligen. Ha sido un gran desafío para las empresas manejar la brecha generacional con la llegada de los millennials, ya que estos tienen mayor preocupación por tener un buen clima laboral haciendo hincapié en beneficios que mejoren la calidad de su trabajo. Valorando sus intereses, implementamos acciones que tienen como finalidad la motivación de los mismos y fomentar la lealtad hacia la organización.

Por otro lado, hemos notado que en varias organizaciones, las generaciones anteriores tienden a interesarse por las actividades como gimnasia funcional y yoga mientras que las nuevas generaciones buscan formar parte del equipo de corredores o los planes de entrenamiento de alta performance.

Lo interesante es que dentro de un programa integral, hay diferentes actividades para cada grupo de interés, y otras donde se integran varios colectivos, fomentando así la cohesión de los equipos y el valor interdisciplinario e intergeneracional.

¿Cómo impacta en los equipos de trabajo el hecho de trabajar los aspectos emocionales y espirituales de los colaboradores?

En el área emocional se trabaja con varias características fundamentales: confidencialidad, respeto, claridad y soltura. Contamos con un espacio de Psicólogo In Company con el objetivo de generar un lugar de contención donde puedan manifestar sus preocupaciones. Hacemos mucho énfasis en que el espacio es para todos y tiene como finalidad mejorar la situación actual y global de la empresa.

En las instancias grupales, se logra transmitir nuestro objetivo, derribando las resistencias que siempre se presentan al hablar de un espacio psicológico. Además, sirve como herramienta mediadora entre equipos que puedan tener diferencias o conflictos, así como potenciar lo positivo.

Consideramos que el trabajar el aspecto emocional en la vida laboral es una manera de naturalizar algo central en nuestras vidas que potencia las relaciones desde otro ángulo.

¿Por qué es tan importante generar un “Programa” y no actividades aisladas?

El todo es mucho más que la suma de las partes, así es como concebimos nuestro programa.

Una de las ventajas fundamentales de ser un único proveedor es que centralizamos todos los servicios, ofreciendo un pool de beneficios para toda la organización.

Esto facilita la gestión administrativa, operativa y resulta mucho más eficiente y rentable.

La fuerza del programa radica en la integración de actividades y en que las mismas se realicen de forma continua. Es de vital importancia mantener dicha continuidad por un período prolongado para poder generar hábitos y así lograr una vida saludable en los integrantes.

Además, nos da otra posición a nosotros dentro de las empresas, pues pasamos a formar parte de su cultura.