Cómo vivir la cultura de la Empresa a través del espacio de Trabajo

#RECRUITERS. Los cambios tecnológicos y el avance de la globalización están impulsando a las empresas a buscar nuevas formas de ventajas competitivas. Dentro de este nuevo contexto, la identidad y la cultura de una organización se han transformado en herramientas de gran valor y sus atributos deben poder ser experimentados en todas sus manifestaciones de manera integral.

Fotos gentileza Contract Workplaces.

Para poder traducirlo en acciones y elementos tangibles, es necesario comprender de qué hablamos cuando nos referimos a identidad y cultura. Identidad corporativa es el conjunto de los símbolos, la comunicación y el comportamiento de una empresa basado en la visión y la misión de la misma. Podríamos decir que es lo que constituye su “personalidad”. Por otra parte, cultura es el conjunto de normas, valores, costumbres y prácticas compartidas -y no escritas- por el grupo de personas que forman una organización y que se reflejan en su comportamiento. Es decir, cultura es todo aquello que “ocurre” en una organización: son los procesos y sistemas que adopta, son la filosofía y los valores que se ponen en juego en el día a día y también el espacio y layout del que dispone; de allí la importancia de entender a la oficina como un instrumento clave para la gestión.
Partiendo de estos conceptos, la Licenciada Verónica Botto, Gerente Regional de Change Management de Contract Workplaces, empresa dedicada a consultoría, diseño y construcción de espacio de trabajo, profundizó en su charla Cómo vivir la cultura de la empresa a través del espacio de trabajo acerca del rol del entorno como elemento catalizador para una nueva cultura, nuevas formas de trabajo y comportamientos. En el marco de RECRUITERS 19, Botto invitó a los asistentes a reflexionar sobre aspectos como: ¿está mi oficina transmitiendo el mensaje correcto? ¿Refleja los valores de la empresa? ¿Qué acciones promueve en los equipos? ¿Qué emociones despierta? , entre otras interrogantes.
Durante su charla, Botto puso de manifiesto a través de casos prácticos y ejemplos de la vida cotidiana que la gestión del cambio (entendida como una disciplina facilitadora ante procesos de transformación) encuentra en cada persona que componte una organización, pero sobre todo en los líderes, agentes portadores y sponsors de la cultura. Como tales, involucrarlos, empoderarlos y lograr su compromiso ante un proceso de cambio, asegurará el éxito del mismo. Por el contrario, sin su apoyo, la incertidumbre, el disconfort y la resistencia serán las reacciones más visibles.
Migrar del modelo actual al deseado involucra a toda la estructura de una organización. Contemplar a cada uno de los actores y el impacto del cambio cultural en cada uno de ellos permitirá elaborar el plan de comunicación más adecuado para cada etapa. De este modo los líderes podrán responder a las inquietudes y emociones que (sin duda) expresarán los colaboradores en el camino, como sentirse expuestos, desorientados, con miedo. La falta de privacidad y confidencialidad, el no contar con un espacio personal propio y la desconfianza ante las nuevas herramientas suelen ser las manifestaciones más frecuentes.

Fotos gentileza Contract Workplaces.

Botto citó casos diversos en la región donde la transición fue exitosa: desde una compañía tecnológica uruguaya que requería una cultura más ordenada pero a la vez colaborativa; una empresa de telecomunicaciones de Ecuador en la que se incorporaron espacios y tecnología de vanguardia para alinearlos con su servicio y una aseguradora chilena que generó ambientes más amigables a la vez que procesos más ágiles para sus clientes y colaboradores. Hasta el mismo Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires realizó recientemente una transformación importante de sus espacios de trabajo, que implicó pasar del tradicional modelo estatal, con espacios muy compartimentados y oficinas cerradas, a uno flexible, con espacios más interactivos y centrados en la apertura y comunicación.
Independientemente del tamaño, rubro y modelo de negocio de una organización, las empresas deben comprender que es fundamental la coherencia entre la cultura y los valores manifiestos, “escritos”, y su materialización, y que la oficina como representación de los mismos, pero sobre todo como espacio en el que “suceden”, debe dar soporte, facilitar y promover los comportamientos esperados. “La cultura se percibe y se vive a través del espacio, pero las palancas más poderosas y sustentables para un cambio exitoso en el mismo son los líderes y los procesos. Si estos no están alineados, difícilmente se logre el resultado esperado,” concluyó la especialista.

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Cómo vivir la cultura de la Empresa a través del espacio de Trabajo

#RECRUITERS. Los cambios tecnológicos y el avance de la globalización están impulsando a las empresas a buscar nuevas formas de ventajas competitivas. Dentro de este nuevo contexto, la identidad y la cultura de una organización se han transformado en herramientas de gran valor y sus atributos deben poder ser experimentados en todas sus manifestaciones de manera integral.

Fotos gentileza Contract Workplaces.

Para poder traducirlo en acciones y elementos tangibles, es necesario comprender de qué hablamos cuando nos referimos a identidad y cultura. Identidad corporativa es el conjunto de los símbolos, la comunicación y el comportamiento de una empresa basado en la visión y la misión de la misma. Podríamos decir que es lo que constituye su “personalidad”. Por otra parte, cultura es el conjunto de normas, valores, costumbres y prácticas compartidas -y no escritas- por el grupo de personas que forman una organización y que se reflejan en su comportamiento. Es decir, cultura es todo aquello que “ocurre” en una organización: son los procesos y sistemas que adopta, son la filosofía y los valores que se ponen en juego en el día a día y también el espacio y layout del que dispone; de allí la importancia de entender a la oficina como un instrumento clave para la gestión.
Partiendo de estos conceptos, la Licenciada Verónica Botto, Gerente Regional de Change Management de Contract Workplaces, empresa dedicada a consultoría, diseño y construcción de espacio de trabajo, profundizó en su charla Cómo vivir la cultura de la empresa a través del espacio de trabajo acerca del rol del entorno como elemento catalizador para una nueva cultura, nuevas formas de trabajo y comportamientos. En el marco de RECRUITERS 19, Botto invitó a los asistentes a reflexionar sobre aspectos como: ¿está mi oficina transmitiendo el mensaje correcto? ¿Refleja los valores de la empresa? ¿Qué acciones promueve en los equipos? ¿Qué emociones despierta? , entre otras interrogantes.
Durante su charla, Botto puso de manifiesto a través de casos prácticos y ejemplos de la vida cotidiana que la gestión del cambio (entendida como una disciplina facilitadora ante procesos de transformación) encuentra en cada persona que componte una organización, pero sobre todo en los líderes, agentes portadores y sponsors de la cultura. Como tales, involucrarlos, empoderarlos y lograr su compromiso ante un proceso de cambio, asegurará el éxito del mismo. Por el contrario, sin su apoyo, la incertidumbre, el disconfort y la resistencia serán las reacciones más visibles.
Migrar del modelo actual al deseado involucra a toda la estructura de una organización. Contemplar a cada uno de los actores y el impacto del cambio cultural en cada uno de ellos permitirá elaborar el plan de comunicación más adecuado para cada etapa. De este modo los líderes podrán responder a las inquietudes y emociones que (sin duda) expresarán los colaboradores en el camino, como sentirse expuestos, desorientados, con miedo. La falta de privacidad y confidencialidad, el no contar con un espacio personal propio y la desconfianza ante las nuevas herramientas suelen ser las manifestaciones más frecuentes.

Fotos gentileza Contract Workplaces.

Botto citó casos diversos en la región donde la transición fue exitosa: desde una compañía tecnológica uruguaya que requería una cultura más ordenada pero a la vez colaborativa; una empresa de telecomunicaciones de Ecuador en la que se incorporaron espacios y tecnología de vanguardia para alinearlos con su servicio y una aseguradora chilena que generó ambientes más amigables a la vez que procesos más ágiles para sus clientes y colaboradores. Hasta el mismo Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires realizó recientemente una transformación importante de sus espacios de trabajo, que implicó pasar del tradicional modelo estatal, con espacios muy compartimentados y oficinas cerradas, a uno flexible, con espacios más interactivos y centrados en la apertura y comunicación.
Independientemente del tamaño, rubro y modelo de negocio de una organización, las empresas deben comprender que es fundamental la coherencia entre la cultura y los valores manifiestos, “escritos”, y su materialización, y que la oficina como representación de los mismos, pero sobre todo como espacio en el que “suceden”, debe dar soporte, facilitar y promover los comportamientos esperados. “La cultura se percibe y se vive a través del espacio, pero las palancas más poderosas y sustentables para un cambio exitoso en el mismo son los líderes y los procesos. Si estos no están alineados, difícilmente se logre el resultado esperado,” concluyó la especialista.

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