¿Cómo lograr un ascenso?

Luego de algún tiempo de trabajo, seguramente empezarás a pensar cómo hacer para crecer, ya sea dentro de la organización en la que estás, como en alguna otra; si bien no siempre un ascenso es lo que puede generar mayor satisfacción, la posibilidad de explorar otros cargos y asumir nuevas responsabilidades es un factor clave, en especial para las nuevas generaciones.

Reflexionar…

En la organización donde trabajas actualmente ¿tienes claro a donde podrías llegar? ¿Hay planes de carrera diseñados para cada colaborador? Cambiar de empleo es todo un desafío, sin embargo, ¿ello realmente te asegura un desarrollo en tu carrera? ¿Cuáles son las mejores opciones si te quedas; y si te vas?

Hacer carrera en la empresa…

Más allá de tu actual posición en la organización, tal vez desees realizar algunos cambios que te permitan avanzar en tu carrera, o explorar una carrera nueva. Una buena alternativa es planificar de aquí a cinco años, ya que este tipo de transformaciones suelen requerir de un tiempo prudencial para poder desarrollarse y consolidarse.

Analiza tu situación laboral actual. Determina qué aspectos de tu carrera profesional te hacen feliz y aquellos que te gustaría cambiar. Define qué tareas realmente te desagradan, generándote enojo o frustración, así como lo que disfrutes especialmente.

Una vez analizados tus sentimientos acerca de tu trabajo actual, es posible que sientas que serías más adecuado para una profesión totalmente diferente. También puedes encontrar que hay muchas cosas de tu trabajo que puedes empezar a disfrutar con sólo realizar unos pequeños cambios.

Analiza tus fortalezas y debilidades. Es importante que seas lo más objetivo posible, porque de este análisis surgirán los objetivos y estrategias a desarrollar. Es importante listar tus competencias técnicas así como tus “soft skills” (habilidades blandas), pues a cada una de ellas, puedes realizar una tarea y un objetivo. Por ejemplo, si consideras que tu nivel de inglés es una particular fortaleza, piensa en cuanto lo usas, si te gratifica el poder aplicarlo, si esto te genera particular satisfacción y si crees que esto puede impulsarte en tu desarrollo de carrera dentro de la organización.

En cuanto a tus habilidades blandas, piensa por ejemplo si tu capacidad de liderar un equipo de trabajo es realmente un diferencial. Si es así, reflexiona sobre las actividades en la que pones de manifiesto esta condición. ¿Disfrutas de liderar proyectos? ¿Sientes que agregas valor a los grupos que lideras? ¿Puedes hacer esto frecuentemente o solo esporádicamente?.

Este tipo de habilidades son particularmente valoradas para escalar dentro de la organización y ocupar posiciones más relevantes, por lo cual podría ser un punto muy favorable para ti. Debes hacer esto con todas las fortalezas, y relacionarlas con un objetivo futuro. Lo mismo deberás hacer con tus debilidades, relacionando las mismas con posibilidades de capacitación que te permitan superarlas, y convertirlas en una fortaleza para el objetivo que te propones. Vale decir: para ocupar la posición que te interesa, necesitas conocer sobre un proceso o programa informático? Intenta aprenderlo. Pide ayuda a tus colegas para que te enseñen cómo funciona, busca tutoriales, explora. Si esto es una debilidad que debes superar, está en ti adquirir este conocimiento y que esto se transforme en un punto a tu favor.

Una vez analizados los puntos detallados anteriormente, podrás evaluar si tu actual organización cuenta con estos “espacios” para permitirte un desarrollo profesional. Este desarrollo no siempre implica un ascenso (en el estricto sentido de “verticalidad”) sino que puede ser un cambio de área o de responsabilidades, lo cual también te puede permitir crecer y desplegar nuevas habilidades.

Cambiar de trabajo…

Si has pasado por el punto anterior, y crees que tu actual organización no podrá ofrecerte lo que estás buscando, tal vez sea el momento de mirar fuera…

Un buen ejercicio es analizar las ofertas laborales que te puedan interesar y evaluar punto a punto los requisitos de la misma. Confronta estos requisitos con el listado de fortalezas que realizaste y evalúa si realmente cuentas con la formación, experiencia o habilidades requeridas por el tipo de puesto que te interesa.

Es importante que puedas conversar con colegas y amigos que te ayuden a validar el análisis de tu perfil, pues muchas veces los demás pueden ver cosas que tú mismo no ves. Dialoga con tu equipo de trabajo, con tu jefe, con tus colaboradores, pregúntales con confianza qué oportunidades de mejora tienes y cuáles son los puntos fuertes que ven en ti día a día, eso puede ser realmente muy útil.

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¿Cómo lograr un ascenso?

Luego de algún tiempo de trabajo, seguramente empezarás a pensar cómo hacer para crecer, ya sea dentro de la organización en la que estás, como en alguna otra; si bien no siempre un ascenso es lo que puede generar mayor satisfacción, la posibilidad de explorar otros cargos y asumir nuevas responsabilidades es un factor clave, en especial para las nuevas generaciones.

Reflexionar…

En la organización donde trabajas actualmente ¿tienes claro a donde podrías llegar? ¿Hay planes de carrera diseñados para cada colaborador? Cambiar de empleo es todo un desafío, sin embargo, ¿ello realmente te asegura un desarrollo en tu carrera? ¿Cuáles son las mejores opciones si te quedas; y si te vas?

Hacer carrera en la empresa…

Más allá de tu actual posición en la organización, tal vez desees realizar algunos cambios que te permitan avanzar en tu carrera, o explorar una carrera nueva. Una buena alternativa es planificar de aquí a cinco años, ya que este tipo de transformaciones suelen requerir de un tiempo prudencial para poder desarrollarse y consolidarse.

Analiza tu situación laboral actual. Determina qué aspectos de tu carrera profesional te hacen feliz y aquellos que te gustaría cambiar. Define qué tareas realmente te desagradan, generándote enojo o frustración, así como lo que disfrutes especialmente.

Una vez analizados tus sentimientos acerca de tu trabajo actual, es posible que sientas que serías más adecuado para una profesión totalmente diferente. También puedes encontrar que hay muchas cosas de tu trabajo que puedes empezar a disfrutar con sólo realizar unos pequeños cambios.

Analiza tus fortalezas y debilidades. Es importante que seas lo más objetivo posible, porque de este análisis surgirán los objetivos y estrategias a desarrollar. Es importante listar tus competencias técnicas así como tus “soft skills” (habilidades blandas), pues a cada una de ellas, puedes realizar una tarea y un objetivo. Por ejemplo, si consideras que tu nivel de inglés es una particular fortaleza, piensa en cuanto lo usas, si te gratifica el poder aplicarlo, si esto te genera particular satisfacción y si crees que esto puede impulsarte en tu desarrollo de carrera dentro de la organización.

En cuanto a tus habilidades blandas, piensa por ejemplo si tu capacidad de liderar un equipo de trabajo es realmente un diferencial. Si es así, reflexiona sobre las actividades en la que pones de manifiesto esta condición. ¿Disfrutas de liderar proyectos? ¿Sientes que agregas valor a los grupos que lideras? ¿Puedes hacer esto frecuentemente o solo esporádicamente?.

Este tipo de habilidades son particularmente valoradas para escalar dentro de la organización y ocupar posiciones más relevantes, por lo cual podría ser un punto muy favorable para ti. Debes hacer esto con todas las fortalezas, y relacionarlas con un objetivo futuro. Lo mismo deberás hacer con tus debilidades, relacionando las mismas con posibilidades de capacitación que te permitan superarlas, y convertirlas en una fortaleza para el objetivo que te propones. Vale decir: para ocupar la posición que te interesa, necesitas conocer sobre un proceso o programa informático? Intenta aprenderlo. Pide ayuda a tus colegas para que te enseñen cómo funciona, busca tutoriales, explora. Si esto es una debilidad que debes superar, está en ti adquirir este conocimiento y que esto se transforme en un punto a tu favor.

Una vez analizados los puntos detallados anteriormente, podrás evaluar si tu actual organización cuenta con estos “espacios” para permitirte un desarrollo profesional. Este desarrollo no siempre implica un ascenso (en el estricto sentido de “verticalidad”) sino que puede ser un cambio de área o de responsabilidades, lo cual también te puede permitir crecer y desplegar nuevas habilidades.

Cambiar de trabajo…

Si has pasado por el punto anterior, y crees que tu actual organización no podrá ofrecerte lo que estás buscando, tal vez sea el momento de mirar fuera…

Un buen ejercicio es analizar las ofertas laborales que te puedan interesar y evaluar punto a punto los requisitos de la misma. Confronta estos requisitos con el listado de fortalezas que realizaste y evalúa si realmente cuentas con la formación, experiencia o habilidades requeridas por el tipo de puesto que te interesa.

Es importante que puedas conversar con colegas y amigos que te ayuden a validar el análisis de tu perfil, pues muchas veces los demás pueden ver cosas que tú mismo no ves. Dialoga con tu equipo de trabajo, con tu jefe, con tus colaboradores, pregúntales con confianza qué oportunidades de mejora tienes y cuáles son los puntos fuertes que ven en ti día a día, eso puede ser realmente muy útil.

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